Carlos Aprea / Cuando vuelven los días
Le bastan a Carlos Aprea unos pocos poemas para construir un mecanismo convocante para la poesía: abre puertas, ventanas, abre campos de inminencia para que ella suceda.
Por lo general, la descripción es objetiva (aunque hay excepciones como la del poema La bandera con abordaje y resolución no sólo originales sino de una precisa eficacia en el lenguaje), descripciones, digo, tramadas por una sucesión de planos y de imágenes que bastan para descubrir el tiempo y la melancolía de esos escenarios que muchas veces se ven en los pueblos perdidos de las provincias a los que describió Aprea con certera caladura poética en su libro Pueblos Fugaces.
Puesto en el centro de esos vértigos lentos y profundos, todo lo que está viendo se transmuta en el hombre, testigo y víctima de sus sentidos.
Esta decena de trabajos le dará al lector un anticipo del talento y el talante verdaderos con que Carlos Aprea viene construyendo su hermosa poesía.
Leopoldo Castilla
noviembre de 2014
Carlos Aprea / Cuando vuelven los días