Luis Pazos / Señor de la alucinación
Místico y febril
Místico y febril, apocalíptico y profético en su nuevo libro, Luis Pazos impone
en la voz del Holocausto un monólogo referido al dios por el que atravesó el
desierto y dará su vida.
Esa voz que refiere y se refiere al Señor, vio “pájaros bajo tierra”, la culpa,
vio, y “un río de cenizas y otro suicidándose”. Vio en definitiva, el “destino
del hombre”.
En su profecía, describe admirablemente cómo un árbol yace con sus raíces al
aire, los habitantes que huyen de la ciudad sin poder abandonarla y una “bestia
aullante” que devora pesadillas. Ve signos de negros presagios que también se
suicidan devorándose las entrañas.
Atravesado por un lenguaje bíblico “Señor de la alucinación” es, sin duda, un
libro apocalíptico, porque el miedo, el temor al Señor atraviesa lo escrito;
el miedo a ser devorado es una constante en este caos en el que no faltan ni
la siembra del odio ni la lluvia ácida, ni la huída de los hombres y mujeres
hacia el mar, hacia los bosques, hacia la jungla. Pocos van hacia el desierto.
“…un horror/ más intolerable que la vida” se derrama sobre el mundo, en el que
es “tarde para el arrepentimiento”.
Entonces el esclavo enloquecerá durante siete días y siempre en formato de plegaria
o súplica pide, pero no pide paz, vida, sino “una muerte rápida”, “porque el
infierno es la pena infinita de tu ausencia, Señor”, implora el hombre que viene
del desierto, cuyo “nombre es Holocausto,/ padre de los Demonios”.
Luis Pazos, “ese artista de lo que queda” como se autodenominó, da cuenta en
su nuevo e inquietante libro que el arte no es sólo placer o gozo, sino un camino
para pensar, pensarnos y reconocernos en un mundo en el que el combate es permanente
e inhallable la salida.
María Laura Fernández Berro
La Plata, abril de 2013
Luis Pazos / Señor de la alucinación