Antes no pasaba,
esto no me pasaba,
esto de estar hipertenso,
asido del volante,
dentro de esta caja de metal,
deseando que desaparezcan todos
los que me rodean
con sus cajas de metal,
y llegar sin obstáculos a casa,
no sé,
sólo siento que
es el tránsito,
el tránsito que me vuelve fascista,
en ese punto,
preferiría bajarme,
dejar el auto por ahí,
donde quedan miles
de esos animales engorrosos
pesados e inútiles,
y seguir a pie
como cuando era una persona
relajada,
un peatón
anónimo y corriente.


(De Política líquida, plaqueta, 2009)
Carlos Aprea / Cuando vuelven los días