Cuadernos orquestados

Colección de poesía

Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Recetas y simulacros

Néstor Ponce concluyó un nuevo poemario, La palabra sin límites, que se publicará muy pronto en España. Según él mismo declara en una entrevista con José Supera para el diario El Día, editada en junio de 2013, la idea de este libro consiste en “trabajar con registros que en apariencia no sirven para la poesía: el lenguaje culinario, el económico, el político, el deportivo”. De acuerdo con esta intención, el poemario entero se estructura en cuatro secciones, tituladas cada una de ellas “Culinarias”, “Económicas”, “Médicas” y “Deportivas”, de las cuales fueron extraídos los poemas que conforman el presente cuadernillo.

Los versos están atravesados por la voz de un sujeto lírico que ha transitado por las calles de la ciudad desde un lugar marginal. Toma de sus recuerdos y experiencias la materia para los poemas y, sobre todo, para la construcción de un saber que se erige y busca fijarse como legítimo a partir de la enunciación, mostrándose como alternativa del saber tradicional. Se trata incluso de un saber que se prescribe, que se expone en los textos a la manera de las mismas recetas de cocina o recetas médicas que Ponce coloca en la superficie de sus textos poéticos: “Para las empanadas / carne picada tibia / mucha cebolla / perfumada en Cabernet-Sauvignon”; “...todo buen farmacéutico / tiene cabello gris / y ojos profundos”.

El sujeto lírico ya está en otra situación, otro espacio, otro tiempo, pero vuelve a su pasado y configura los poemas posicionado en los dos lugares simultáneamente. Las experiencias que trae a la palabra son, en su mayoría, de carencia, de faltas. De lo culinario brota el hambre, y de lo económico, la falta de dinero: “a fin de mes los bolsillos con pelusas / los pinchazos en el estómago”. De lo médico, la mala salud: “repetidos problemas de piel / capilares axilares e incluso testiculares”. De lo deportivo, la frustración. Las ilusiones se trasponen en simulacros: “qué rica la carne al horno le decía / mientras masticaba pan tostado con cebolla. Los sueños emergen como contracara de fracasos y ausencias: “Siempre quise ser boxeador / hacer piruetas con un pantalón blanco / y botas rojas (...) / Pero la vida nos depara destinos menos aventureros”. Tras los versos anda latente el reclamo por la suerte aciaga, que se experimenta acaso como irremediable. La culpa descansa las veces sobre entidades abstractas como “la vida” o “el mundo cruel”, pero también sobre aquellos que están detrás de la ejecución de ciertos hechos que tienden a corporizar la idea del destino como forma abstracta, por ejemplo, “los aumentos de precios mayoristas” o la condena de la abuela “a dos años tras las rejas”.

Tanto en la variedad lingüística del español que se toma para los textos (en ese registro que el sujeto lírico tiene a mano para expresarse), así como en sus vivencias, recuerdos y en los espacios que frecuenta, se revela lo argentino. Palabras, expresiones, comidas, calles, barrios, costumbres argentinas: las empanadas, el vino, el mate, las recetas de doña Petrona...

La palabra sin límites se cierra con una sección a modo de epílogo que contiene un único texto, una poética, cuyos versos finales refieren “...que no hay límites fronteras / cadenas cajones de acero o numerus clausus / para la poesía”. Por un lado, no hay en los poemas de Ponce puntuación que limite las palabras, éstas se yuxtaponen sin solución de continuidad, sólo divididas por el corte de los versos. Por otro, no hay límites porque cualquier palabra puede estar en el poema, como el poema puede estar en cualquier palabra, recoger la voz de cualquier sujeto, trasponer tiempos y espacios, circular por ámbitos cualesquiera.


María Paula Salerno
La Plata, noviembre de 2013


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Empanadas con sentimiento

Para las empanadas
carne picada tibia
mucha cebolla
perfumada en Cabernet-Sauvignon
acomodar con los ojos
cerrados
después un temblor
una pizca de fragilidad
ternura a voluntad
y masajeo masajeo
que no se le muera
la gratitud entre las manos
cocinero
por favor


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Puchero vegetariano

Zapallos tostados si de Santiago mejor
decía doña Petrona C. de Gandulfo
aunque francamente
con laurel y puerros desconsolados
batata cebolla y zanahoria del aire
ajos morrones provocadores apio papa
sal gruesa un clavo de olor
y un ramo de rosas chinas
que se haga una antorcha de espuma
para besar lo efímero


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Peceto al horno

Éramos tan pobres
que hacíamos simulacros de comida
yo prendía el horno
cebaba mate freía cebollas
y después nos sentábamos a comer

los platos del juego de casamiento
estaban vacíos
eran una hormiga en el ocaso
una almohada sin cama
un brillo en la penumbra

yo la miraba a mi mujer a los ojos
qué rica la carne al horno le decía
mientras masticaba pan tostado con cebolla
ella se limpiaba los labios
con la servilleta en un gesto de única elegancia

te salió riquísima decía
exquisita exquisita
parece un murciélago
que ve por primera vez la luz

yo elevaba una copa imaginaria de champán
para festejar el comentario

Éramos tan felices


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Bancaria

Las noches son aún más largas
con el hueco de tu ausencia
en la sábana

dice la escuela de chicago
que no hay caricias sin interés
del uno o dos por ciento es muy bajo
calcule la suma de ternura
que no se le abolle el cuerpo
que el crecimiento anual
no le manosee el vapor de la sonrisa


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Capitalito

Mi abuelo se llama como él
como don Marx
nunca escribió libros de economía
no sé si un día
sus pupilas se sobresaltaron
con un verso texto o urgencia

pero el abuelo tenía la economía en su registro económico
llenaba libretas con entradas y salidas
la caligrafía era áspera
había que devolver el crédito
asegurar la compra
abonar luz electricidad
gas impuestos
de barrido y limpieza
saldos de sueños imborrables

había que darle ilusiones a la risa
treparse a la higuera
cigarro en labio
para mirar a las gallinas


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

El almacén de la esquina de mi infancia

Para alimentar el rencor
de agiotistas prestamistas usureros
compradores de oro y de recuerdos
el almacenero siempre se levantaba
de sus más anchas caídas

Esgrimía un interminable lápiz
sobre la oreja
que mojaba con la lengua
para hacer las cuentas en la aspereza
del papel de estraza

Su socio era un vasco
para nada obcecado
calmaba al gallego
de sus cóleras espesas
promovidas por los aumentos
de precios mayoristas
por las rutinas de números
de columnas rígidas

Por las noches
recorrían los muelles crujientes
del puerto
manos en los bolsillos
sin mirar el río


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Experiencias

Numerosas han sido las estrategias
para hacer palidecer a la tristeza
del fin de mes los bolsillos con pelusas
los pinchazos en el estómago

Mis padres tenían una
que ni siquiera era una estrategia
o teoría o análisis
se sentaban
bajo la sombra de la parra
los gorriones ni se movían
y las lombrices se escondían
en la humedad del humus
para escaparle al calor
y a las malas intenciones

Tomaban mate
como una definición
y si algún pobre tocaba timbre
siempre había
un papel de diario
como un pañuelo de seda
que envolvía una empanada
una botella de gaseosa
un temblor
que se zambullía en el río


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Farmacias

Es sabido
que todo buen farmacéutico
tiene cabello gris
y ojos profundos

Esto implica desconfiar
de los farmacéuticos rubios
pelirrojos y
ni qué hablar de los morochos
con miradas ansiosas

Cuando voy a la farmacia
me fijo en todos estos detalles

Una vez caí con un farmacéutico
calvo
de dedos largos
y de voz tenaz

No supe qué hacer
y sigo estando engripado


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Alergias

Repetidos problemas de piel
capilares axilares e incluso testiculares
movimientos celulares incomprensibles
lo hicieron consultar galenos prestigiosos

Hubo juntas médicas
tribunales hospitalarios
mañanas de leche y pan

El misterio era insondable
imposible determinar
el origen de las irritaciones

Hasta que un joven practicante
diagnosticó horror a la miseria
sarna ante la impudicia
ladillas por el rencor indómito

Se hizo justicia:
salió de alta
en plena madrugada


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Curandera

Ese año
la abuelita multiplicó
las curas milagrosas

Al señor de la vuelta de la casa
víctima de frecuentes
pinchazos en el cráneo
le hizo lavar el cabello
con rosas molidas
y té con boldo

Al viejito malhumorado
le hizo cambiar de diario
y lo instó a convocar
manifestaciones pacíficas
por facebook

Su cura más espectacular
fue la del caniche de doña Marta:
le preparó un ungüento
contra los ardores de lomo
y el animal amaneció
con los pelos del arco iris

Galenos celosos y malintencionados
registraron una peligrosa competencia

La abuela fue condenada
a dos años tras las rejas
por ejercicio inigualable
de la medicina


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Brazadas

El nadador busca uvas en el agua
estira sus brazos para llegar al horizonte
patalea para alcanzar al cielo

En el agua
el nadador es frenético
y poco responsable
fuera del agua
no sabe caminar
tartamudea y
se olvida de los versos

¿Por qué los nadadores
no se quedan siempre en el agua?

El mundo cruel
los arranca de su elemento


Néstor Ponce / Culinarias / Económicas / Médicas / Deportivas

Boxeo

Es sabido que no hay cosa más tierna
que un pollito amarillo
y un boxeador que se despierta
después del nocáut

Los boxeadores son tipos sensibles
no soportan la música estridente
el café con mucho azúcar
las tardes sin lluvia frente al río

Siempre quise ser boxeador
hacer piruetas con un pantalón blanco
y botas rojas
Saltar con la cuerda
hacer punching-ball con un racimo de laureles

Pero la vida nos depara destinos menos aventureros
estrategias de saco y corbata
planes financieros
calculadoras con ponzoña
o pájaros sin alas

Para que canten mejor


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