Nike desató sus sandalias y el vendedor iluminó
las fronteras del mundo.
La diosa tocó tres veces la distancia con descalzo dialogó
y tradujo en su lengua la llegada de un poeta.
El hombre recogió la horma de antiguos atenienses,
arrojó los cueros al fuego y destinó el calzado
al de los pies alados que hablaba así
sobre la toma de Constantinopla:

“A la noche sacamos los íconos, los huesos
de los santos, cruces y pedrería, las reliquias...”



Ángela Gentile / Cuerno de marfil