Deja la radio prendida
y escucha sólo el rumor;
las manos saben cómo seguir,
van con la ilusión de ordenarlo todo.

El movimiento trae la calma,
un estar de las cosas
sin relieve ni espera.

Alguien podría decir
una frase hecha
y ella sonreír, complaciente,
como si la derrota no doliera.


(De El día pleno, 2003)
Raquel Sinelli / Puertas adentro