Debo leer cuentos y poemas. Demasiados. Es mi obligación del día de hoy. No dormí en toda la noche. El motivo era otro, no eran los poemas ni los relatos. Otro. Era. El motivo. Veo carpetas y fotocopias sobre la mesa, una montaña de papeles inauditos. Pero es mi vida la que está en juego.
En el cruce de las calles 471 y 29, firmé con sangre el contrato. Y lo que se firma con sangre si no se cumple termina. Escribo estas palabras con un arma incrustada en mi sien. Debo leer cuentos y poemas y el día no podría presentarse más feliz.


(De El flautista de City Bell, libro inédito)
José María Pallaoro / Cantar a tientas