Una expresión del impacto planetario de la trayectoria de Salvador Allende es la multiplicidad de calles, avenidas, plazas, parques, y todo tipo de edificios públicos que a través el planeta llevan su nombre.

Desde una escuela en la capital de Guinea-Bissáu, un villorrio en la Sierra de Nayarit en México, un paseo en Managua, hasta una calle en Madrid o la plaza Salvador Allende en el centro de París. Es por centenares que se cuentan los ejemplos en más de cuarenta países de los cinco continentes.

Muchas ciudades poseen también monumentos y estatuas en homenaje al presidente chileno. Es, por ejemplo, el caso de Copenhaguen, Amsterdam, Fairfield en Australia, La Habana, Caracas, Barcelona, Viena ... Varios barcos han llevado también su nombre.

Como en muchos otros lugares del mundo, en Francia es revelador el caso de la ciudad de Argenteuil, una de las más importantes de la periferia de París. El Consejo Municipal reunido en sesión pública el 14 de septiembre de 1973 "... Saluda con respeto al militante valiente y decidido, muerto en combate y que perdurará como el símbolo de la Unidad Popular ..." y resuelve, por unanimidad, darle su nombre a una céntrica vía de la ciudad. El afiche con el texto completo del homenaje y la resolución municipal será en los días siguientes expuesto en diversos lugares de la ciudad. Se pueden citar en muchos otros países testimonios similares.

Una calle Salvador Allende ... en el mundo

Es también, en un grado menor, el caso de Pablo Neruda y Víctor Jara. El nombre del cantante fue incluso atribuido a un planeta descubierto el año 1973.

La calle, la avenida Salvador Allende, es aparentemente un fenómeno único: no existiría en el mundo ningún otro personaje histórico cuyo nombre encuentre un eco de tal proporción en las apelaciones de lugares públicos.