Apelo a tu misericordia
aunque no la merezca.
Apelo a tu memoria
aunque te haya olvidado.
Apelo a tu paternidad
aunque la negué tantas
veces. Apelo a tu justicia
aunque merezco la
condena. Apelo a tu
promesa aunque nunca
cumplí. Te pido, mi Señor,
que me otorgues la gracia
de una muerte rápida.


Luis Pazos / Señor de la alucinación