I

En el sudoeste los poetas también escribimos,
aunque no parezca la luna desciende a nuestros dedos,
los obreros pedalean vientos en las madrugadas
y la escarcha olvida a los que preguntan por qué, cómo…y dicen:
no recuerdo.
No estamos seguros de ir tras la gloria,
pero sí de morir en las noches adecuadas.

II

Hemos faltado a la eternidad por decisión propia
y jamás preguntamos ¿Qué hacemos aquí?
Ni siquiera cuando por las calles la gente recoge trozos de cielo
para inaugurar el día.


Ángela Gentile / Cuerno de marfil