Un pajaro que en la India nace invisible
al tacto torpe de nuestra mirada, al ancho
ademán de los escrúpulos occidentales,
un fulgor insospechado,
insertado en los clásicos y monótonos
latidos de la especie,
que vive de arroz seco, yema de huevo
y una cucharada de miel
y que amanece sin confusiones ni recelos.
Alojado en una jaula de color furia
se lo deja oír grabaciones
de los más grandes tenores,
esos que han hecho cimbrar el mundo
así, este ser transcurre sus días agrandando
un poco más las diferencias sobre la tierra
y cuando la muchedumbre implora
a gritos por oír su canto una cadencia nueva,
una pieza legítima del fondo de sí,
con la fatalidad clavada en el ruego,
quiebran la nuca
ante un silencio
que se sacude las plumas.

(De Hiel por hiel, 1997)
Abel Robino / Poemas